En la vida somos capaces de retener información en varias secciones diferentes del cerebro: hipocampo, corteza cerebral, amígdala… Vamos creando un álbum de recortes con lo que más nos interesa. Como en esas revistas de famosos donde la información que te dan depende de lo que genera más dinero.
En mi caso, en la página treinta y uno de mi corteza cerebral he retenido unas palabras que desprecio que me dispongo a contar.
Me encontraba atendida por el servicio médico del centro de salud de mi pueblo. Es ese típico centro donde siempre que vas te toca esperar, porque ellos están tomando café y probablemente hablando de lo bien que fue el partido de pádel del día anterior.
Después de veinte minutos de larga espera, le conté a mi doctora todo lo que me había pasado. Ella soltó una carcajada y me dijo:
— Los jóvenes de hoy en día tenéis ansiedad por todo. ¿De verdad que hay tanta presión trabajando en un supermercado?
Después de un estado de tensión que te destroza, el cuerpo se rinde y se relaja. Esa sensación es imposible de describir. Como cuando acabas de tener sexo con el hombre de tu vida. Estás ahí, tirada, casi muerta, fumándote un cigarro, preguntándote qué coño viene después del éxtasis. ¿Nos veremos otra vez? ¿Volveré a sentir esto en algún puto momento de mi vida?.
Pues la
doctora me pilló en ese preciso instante.
Ahora pienso en lo divertido que habría sido perder la cabeza ahí mismo, describiéndole a esa pobre mujer lo infernal que es tener 31 años y resignarte a la explotación laboral para no poder pagar ni un triste alquiler sola. Para reprocharle que yo ya tendría que estar casada y discutiendo todo el día con mi marido, que pasa las horas en el bar mirando el culo de la camarera.
Esa mierda de vida tan española que estoy perdiendo mientras la sociedad presume de “moderna”.
Pero me pilló en mis horas bajas y simplemente me quedé callada, mirando cómo escribía en su ordenador cosas como: La paciente se ve afectada por el estrés laboral, dice haber padecido un ataque de pánico incontrolable, y otras frases que no entendí.
Después me llevaron con otro doctor, que iba a valorar cómo estaba psicológicamente. Tras varias preguntas me soltó:
— ¿Por qué no has hablado con el sindicato de la situación actual de tu empresa?
Entonces le expliqué que si hacía eso, ya tendría para toda la vida la mancha negra. Algo así como cuando la dulce chica, ese ojito derecho de su padre, decide mandarle a su novio una foto mostrando cómo le quedó el nuevo piercing en el pezón. Esa foto acaba pasando de mano en mano, hasta que llega a sus padres. Y ellos deciden que la mejor solución es castigarla de por vida, torturar su cabeza hasta que, en la ruptura de su primer matrimonio, se da cuenta de que nunca pudo olvidar las palabras de sus padres describiéndola como una guarra. Por eso, jamás volvió a disfrutar de la libertad del sexo.
Yo sería como esa dulce gatita castigada para siempre. Lógicamente, esta comparación es un regalo para vosotros, porque en ningún momento pude soltarle esto a ese pobre doctor.
Si me preguntas ahora qué se siente pagar diez años de impuestos para que, cuando te pones mala por primera vez en tu vida, te pregunten cómo puedes estar así… te diré que no es tan gracioso.
Así que sí, el mundo puede ser un circo cruel, pero la verdadera locura es esperar que todo cambie y se juegue limpio. Y nosotros, los condenados a este espectáculo, solo podemos seguir armándonos con retazos de dignidad mientras intentamos no olvidar quiénes éramos antes de que todo esto empezara a doler.
Quien tiene una conversación conmigo suele acabar bastante mejor que cuando la empezamos😅 así que con conocimiento de causa, sabiendo cómo te sientes, puedo decirte que podrás con esto y más. El truco, centrarse en lo que uno sí puede controlar y soltar todo lo que no. Lleva su tiempo, no hay que detenerse nunca ( que no es lo mismo que no descansar) y dejar fluir tus habilidades
Yo he tenido ataques de pásnico, ansiedad, rotura de nervio del ojo ( operación) por el estrés de una ruptura, estrés por deudas múltiples, en una temporada 6 amonestaciones por escrito en mi empresa ( hace años)³ rupturas sentimentales ( hijos de por medio, mala relación con mi padre...te comprendo